La silla Tólix es un ícono del diseño industrial que ha experimentado un resurgimiento gracias al renovado interés en la decoración vintage. Su origen se remonta a Francia en 1927, cuando Xavier Pauchard, pionero en el uso de la galvanización en muebles, creó este diseño revolucionario. La galvanización implicaba sumergir el hierro o acero en zinc fundido, lo que resultaba en una capa externa extremadamente resistente a la corrosión, haciéndola perfecta para uso en exteriores.
La silla Tólix
La historia de la silla Tólix
El interés actual por la decoración vintage ha resucitado esta seña de identidad de la estética industrial. Hablamos de la famosa silla Tólix de acero, cuyo diseño original nació en Francia en 1927 de la mano de Xavier Pauchard (1880-1948) quien fuera pionero en utilizar el proceso de galvanización en mobiliario para toda Francia. Es decir, fue el primero en sumergir el hierro o acero en una solución de zinc fundido para crear una capa externa muy resistente y casi totalmente impermeable a la degradación, evitando así la corrosión del mobiliario que a partir de ese momento comenzó a ser perfectamente válido para su uso en exterior.
El diseño, comenzó a comercializarse unos años después en numerosas terrazas de restaurantes y cafés parisinos. El proceso de galvanización al que había sido sometida la silla, y los agujeros con los que contaba en el asiento para evitar que el agua quedase estancada la convirtieron en el diseño perfecto para exterior. Sin embargo las quejas comenzaron a hacerse eco debido a los problemas que generaba la silla a la hora de intentar apilar unas sobre otras para ocupar menos espacio.
Como consecuencia, Xavier Pauchard tuvo que rediseñar la silla y en 1956 se comenzó a comercializar el diseño que hoy conocemos: una estructura más fina y ligera permitía apilar las sillas cómodamente, por lo que, problema resuelto.
Pronto se convirtió en un producto tan popular que en la década de los años 60 empezó a formar parte de hospitales, oficinas y fábricas gracias a su resistencia, ligereza y versatilidad.
A partir del diseño original, la firma Tólix ha elaborado otras muchas versiones: sillas con brazos, con asiento de madera o tapizado, o con respaldo liso o modelado entre otras.
En la actualidad se puede encontrar en acero galvanizado, barnizada en mate o brillo y también lacada en diversos colores. Se trata de un modelo muy versátil que se adapta a cualquier espacio y estilo decorativo y que, debido a su durabilidad y ligereza es ideal para su uso en cafeterías y restaurantes, tanto para interior como para exterior. Ni que decir tiene que combinada con madera queda espectacular (como podéis ver en la fotografía del local Capicúa Grill Garden).
En Ginetom, podéis encontrar la silla Tólix réplica desde 35 € (IVA y transporte no incluidos), en varios colores.
Medidas:
- alto: 85 cm
- ancho: 52 cm
- profundidad: 45 cm